miércoles, 14 de enero de 2009

Alternativas al castigo

¿Le castigo? ¿sí o no?

A veces no nos damos cuenta de que existen otros caminos para educar a aquellos que conocemos y aplicamos sin cuestionarlos. Ya hablé en "Estimular en lugar de elogiar" de lo difícil pero necesario que era encontrar alternativas al elogio como medio para conseguir la autoestima del niño, ahora os quiero acercar alternativas al castigo, ese recurso tan aposentado en nuestra sociedad y tan difícil de cambiar. Es cierto que en la crianza hay situaciones muy difíciles de lidiar, y aunque hay muchos motivos para no castigar y que tienen que ver con lo que pasa entre dos personas cuando una castiga a la otra; os daré sólo uno para aquellos padres reticentes y que tienen miedo de perder el control de ciertas situaciones si renuncian al castigo: el castigo NO ES EFICAZ. Y no lo es porque al castigar a un niño le impedimos que él mismo reflexiones sobre sus propias equivocaciones, en vez de intentar buscar la forma de corregirse, el niño se ve inmerso en el deseo de resarcirse (a través de fantasías de venganza, por ejemplo).

Para ello, os propongo unas estrategias para incitar al niño a actuar de un modo más responsable, extraídos del libro "Cómo hablar para que sus hijos le escuchen y cómo escuchar para que sus hijos le hablen" de Adele Faber y Elaine Mazlish:

1. Señalarle la manera de ser útil, con un ejemplo claro y empezando con frases tipo "Me ayudarías mucho si...".
2. Expresarle una censura rotunda sobre lo que está haciendo, pero evitando atacar el carácter del niño. Podríamos empezar diciendo "!No me gusta nada esta situación! Es muy molesto que...".
3. Manifestar nuestras expectativas, una forma de hacerlo sería "Cuando (situación) ... espero que (expectativa)...".
4. Enseñar al niño cómo rectificar, por ejemplo "Lo que necesita este (objeto o sujeto)... es (solución)...".
5. Dar opciones, por ejemplo "Tienes dos opciones: A o B. Tú eliges".
6. Tomar medidas, sobretodo cuando, a pesar de las sugerencias, el problema persiste. Entonces es mejor apartar o restringir.
7. Permitir al niño que experimente las consecuencias de sus faltas, aunque puede parecer muy similar al castigo, se trata de que la consecuencia natural de la conducta del niño y no una "privación deliberada del padre al hijo".

Nadie dice que sea fácil y, en muchas ocasiones, el problema puede persistir. En situaciones en las cuales sea así, las autoras plantean valorar ese conflicto entre las dos partes, para llegar a un acuerdo:

Métodos para la resolución conjunta de problemas:

Paso 1: Hablar de los sentimientos y las necesidades del niño.
Paso 2: Hablar de nuestros sentimientos y necesidades.
Paso 3: Exprimirse el cerebro para encontrar una solución mutuamente aceptable.
Paso 4: Escribir todas las ideas sin evaluarlas.
Paso 5: Decidir qué sugerencias nos gustan, qué sugerencias son desechables, y cuáles pensamos seguir en el futuro.

El libro tiene un gran valor práctico, por lo que si os parecen interesantes estas propuestas, os recomiendo que lo leáis.



[+ info]

En CriarHoy
Artículo "Estimular en lugar de elogiar"
Libro "Cómo hablar para que sus hijos le escuchen y cómo escuchar para que sus hijos le hablen"

En Holikstika.net: Artículo "Los niños malos" por Aletha Solter
En SomosPadres: Autoridad Positiva
Artículo "Cuidado con el castigo" en Salud para la Vida
Artículo "Ideas para educar sin violencia" por Ester Domínguez Antúnez, en demadres.es

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